Lo que nadie te ha contado del Growth Hacking I: equivocarse forma parte del juego
Ayer salí a correr después de dos meses sin ponerme las bambas. Al tercer kilómetro tuve que parar porque creía que el aire no me llegaba a los pulmones. Me senté en un bordillo y entré en Instagram. Empecé a hacer scroll y me salió un post con la frase “equivocarme ya no me da miedo. He madurado”. Bloqueé el móvil.
Yo quería correr 10 kilómetros, pero me había equivocado, no estaba preparado. Así que, con esa mentalidad, me levanté y empecé a descorrer lo corrido y cuando llegué a casa y miré mi smartwatch me reí. Los últimos tres kilómetros habían sido mi mejor tiempo: a 5 minutos el kilómetro (más o menos).
Y quizás pensarás: “vaya m* de marca, si yo corro más rápido”; y yo te digo: “felicidades”. Porque yo me metí en la ducha feliz, sudado y con ganas de volver a atarme las bambas, porque, en realidad, no (me) fallé, solo lo intenté y no lo conseguí, pero eso no fue un error.
Esta tarde saldré otra vez. No sé si para hacer más kilómetros o los mismos en menos tiempo. Y seguramente, en un par de semanas, quizás en un mes, consiga batir mi récord. Ya te contaré.
Y te preguntarás: “¿Y a mí qué me importa tu running?”. Pues con esto solo quería decirte que OBVIAMENTE, A NADIE LE GUSTA FRACASAR, PERO SI LO INTENTAS, PUEDES CONVERTIR ESE FRACASO EN UN ÉXITO.
No tengas miedo a equivocarte, a no ser el mejor, a que tus ideas no funcionen.
En mi día a día como growth hacker sigo sintiendo miedos -menos que al principio- pero miedos al fin y al cabo. Ahora estoy aprendiendo a convivir con ellos y soy consciente de que puedo fracasar. Y no seré peor persona por eso.
Así que vamos a aceptar que es imposible tenerlo todo bajo control, que hay cosas que se nos escapan de las manos y eso hace que la vida sea un quién sabe constante.
Inténtalo, falla, vuelve al ring, cae, levántate y sigue intentándolo. Si no pierdes el miedo a fracasar, nunca triunfarás. Te lo digo por experiencia. Que en TGH, el experimento que funciona (casi) nunca es el primero.